Se ha llegado a consolidar como una de los más importantes actos espirituales y culturales de la Angelópolis y del país.
La Procesión de Viernes Santo en Puebla, tiene su origen en una antigua tradición que se instauró desde la época virreinal y que se llevó a efecto hasta mediados del S. XIX. Fue en el año de 1992 cuando se revivió esta importante y fervorosa tradición para recorrer así algunas de las principales calles del Centro Histórico.
La “nueva tradición”, ha procurado mantener elementos esenciales de aquella que le dio origen, y en la que participaban fastuosamente las iglesias, templos conventuales de religiosas y hasta capillas del centro de la Angelópolis.
La solemne procesión actual tiene las imágenes procesionales de Cristo en su camino al calvario y de la Virgen Dolorosa, cinco bellas esculturas que son llevadas en andas por sus grupos de porteadores muy bien preparados, así como los grupos de tamborileros y matraqueros que marcan el paso de la procesión, las bandas de música que acompañan al cortejo, los niños vestidos de angelitos, las congregaciones de católicos y por supuesto todos los fieles y visitantes que se suman al evento.
Esta importante procesión, que reúne a más de 150 mil personas, se ha llegado a consolidar como una de los más importantes actos espirituales y culturales de la Angelópolis y del país, pero a diferencia de otras grandes procesiones que se llevan a cabo en otras ciudades de la República Mexicana, en ella la enorme cantidad de gente que asiste, participa procesionando dentro de los cortejos que llevan a las imágenes y que son encabezadas por el Excmo. Sr. Don Víctor Sánchez Espinosa, Arzobispo de Puebla, así como por los párrocos y capellanes de los templos y grupos participantes.
Las imágenes, y grupos procesionantes se reúnen alrededor de las 11:30 horas en el atrio de la Basílica Catedral, desde donde, después de una breve reflexión, inician su recorrido por las principales calles del Centro Histórico y hacer un alto y una segunda reflexión en las afueras del Templo de Nuestra Señora de Guadalupe y después de continuar la procesión, culminarla a las 15:00 horas nuevamente en el atrio de la Catedral de Puebla con la impartición de la Bendición Papal que permite ganar la Indulgencia Plenaria a los participantes en ella. La Procesión de Viernes Santo se llevará a cabo el próximo viernes 30 de marzo de 2018, comenzando en el atrio de la Catedral de Puebla a las 12:00 horas.
La devoción cristiana fue organizando desde la Edad Media una serie de ejercicios piadosos relacionados con el templo. Los más importantes llevaban a los fieles a peregrinar hasta los Santos Lugares en Jerusalén, para seguir la Vía Dolorosa, esto es, el camino que desde el Pretorio de Pilatos hasta el Gólgota recorrió Cristo para redimirnos.
Ante la dificultad de peregrinar tan lejos, se recrearon cortejos o caminatas locales con el tema pasionario, llevando imágenes acordes al suceso. Surgieron así las procesiones, palabra que viene del latín: pro sequor que significa “ir en pos” o “seguir a alguien”.
Es el origen de estas devociones que se dan en todo el orbe cristiano, y que en algunos países han tomado gran importancia por su espectacularidad, motivando la presencia de cristianos propios y ajenos. Quizá las más famosas sean las de España, independientemente de otras muchas que tienen lugar tanto en América como en Asia y otras partes del mundo.
En Puebla los franciscanos organizaron desde el siglo XVI estas manifestaciones piadosas, como se aprecia en las pinturas al fresco de Huejotzingo o Huaquechula. La Angelópolis tuvo un complicado sistema de procesiones de Semana Santa que, como en España ocupaban todo el tiempo, de Domingo de Ramos a Domingo de Pascua, luciendo en espectaculares andas a las imágenes pasionarias más veneradas.
La tradición se interrumpió violentamente en 1861 por efecto de las Leyes de Reforma, olvidándose poco a poco hasta prácticamente perderse por completo. Fue hasta 1992 cuando un grupo de devotos promovió reiniciar una procesión piadosa, limitándose al Viernes Santo, involucrando a varios templos y parroquias, con la anuencia y total apoyo del Arzobispado. Surgió así renovada, la actual procesión a la cual se denominó: “Siguiendo a Cristo en torno a nuestro Pastor”, dado que es el propio Sr. Arzobispo quien la encabeza.
Desde el inicio de esta nueva etapa se decidió que únicamente cinco imágenes fueran cargadas en el cortejo, dos de la Virgen María y tres de Jesucristo. Las dos marianas aluden al momento dramático, pues son la Virgen Dolorosa y la Virgen de la Soledad y las otras de Jesús cargando la cruz a cuestas.
Las imágenes que recorrerán la Procesión son las siguientes:
- La Virgen Dolorosa del Carmen. Obra quizá del siglo XVIII (atribuida a José Villegas Cora) muestra la calidad de los imagineros poblanos de esa época, como las facciones y expresiones adecuadas. Se encuentra en la capilla de Santa Teresa del Templo del Carmen.
- Nuestra Señora de la Soledad. Es de factura sevillana de finales del siglo XVII. Desde su arribo despertó gran devoción al grado de que dio origen a su magnífico templo y al convento anexo de religiosas Carmelitas descalzas.
- Jesús de las Tres Caídas. Se venera en el Templo de Analco y la leyenda afirma que cuando estaba siendo tallada, el escultor no permitía ninguna presencia, salvo un ciego. Cuando estaba concluida el ciego le pidió al maestro tocar el rostro de la imagen, recuperando la vista de inmediato. El milagro la hizo de una gran popularidad y devoción.
- Jesús Nazareno de San José. Es una imagen de finales del siglo XVI. Su escultor Lorenzo Rodríguez fue aprehendido por la inquisición, logrando que su imagen fuera al Templo de San Pedro, donde empezó su veneración. Las autoridades decidieron trasladarlo a la parroquia de San José, donde dio lugar a la Cofradía de Nazarenos, que es la más antigua de la ciudad. La devoción dio lugar a la construcción de una suntuosa capilla y a un culto que perdura hasta nuestros días.
- Señor de las Maravillas. Es hoy quizá, la imagen más venerada de la ciudad. Las religiosas agustinas de Santa Mónica la ganaron en una rifa. Una novicia descubrió que durante la noche, la imagen era azotada por dos soldados romanos que formaban parte del “paso”. El suceso causó conmoción y dio lugar a la gran veneración. Su nombre proviene de las maravillas que su devoción ha logrado.
RECORRIDO
Encuentro de las imágenes en el atrio de la Catedral (10:30 a 11:30 hrs).
Salida de la Catedral (12:00 hrs.) Previo primer mensaje arzobispal, toma la calle 16 de septiembre hasta el Zócalo para dar vuelta al oriente por la Avenida Juan de Palafox y Mendoza, da vuelta hacia la avenida 2 norte hasta la 4 oriente, para tomar en sentido contrario, hasta la 11 norte y llegar al “Gallito” ( 11 sur y Reforma). Después del segundo mensaje del Sr. Arzobispo, continúa por la calle Reforma hasta el Zócalo y por la 16 de septiembre al atrio de la Catedral, arribando alrededor de las 15:00 hrs., donde se da la bendición y concesión de indulgencia plenaria.
Redacción / www.lcampus.mx
Imágenes: Facebook & UPAEP / Youtube