LAS INTELIGENCIAS ARTIFICIALES Y EL FUTURO DE LOS TRABAJADORES
Por: Luis Escobar Ramos / www.muraleducativo.com
Múltiples materiales se generan día con día en relación con la investigación, desarrollo e implementación de las Inteligencias Artificiales en los diferentes ámbitos del mundo laboral y a la par de ello en la misma medida o en un porcentaje mayor aumenta la incertidumbre y temor de los trabajadores de todas las ramas de industria, quienes se hacen las siguientes preguntas:
¿Cómo me afectará las nuevas tecnologías en mi empleo? ¿Qué debo hacer para enfrentar este fenómeno de alcance mundial?, ¿En qué momento impactarán la digitalización y la automatización mi puesto de trabajo?, ¿Perderé mi empleo por causa de la disrupción tecnológica?, ¿Qué opciones tengo en caso de que me vea afectado?, ¿Cuál será la postura de mi gobierno ante tales acontecimientos?, ¿Qué rol asumirá mi organización sindical en defensa de mi puesto de trabajo?,
¿Estaré considerado por mi empresa para algún proceso de capacitación o recapacitación que permita mi inserción en alguna otra área o proceso de trabajo nuevo?; en fin, esas y muchas otras más son las interrogantes que nos hacemos los trabajadores ante la ola tecnológica de la Cuarta Revolución Industrial o industria 4.0.
Tales preocupaciones e inseguridades tienen un sólido fundamento para los trabajadores y amerita un análisis y reflexión profunda, tomando como base los antecedentes de las revoluciones industriales que hemos transitado, en las que estando durante muchos años en una economía de producción agrícola-agropecuaria, con la llegada de la Industria 1.0 accedimos a la utilización de la máquina de vapor y el uso del carbón como combustibles para la movilización, aumento de la producción y crecimiento de los márgenes de utilidad de los dueños de las empresas; ante lo que, no debemos olvidar, hubo una respuesta provocada por la incertidumbre, el temor como instinto natural del ser humano, condiciones de trabajo y de vida, generándose un “movimiento denominado “Ludita”, que en defensa de sus puestos de trabajo pensaban que el camino era destruir las máquinas que aumentaban los ritmos de producción en la industria textil; dicho movimiento llevó ese nombre por Nedd Lud, un joven aprendiz que destruyó el telar de su maestro.
Posteriormente hizo su aparición la Industria 2.0 que trajo consigo la producción en masa basada en una nueva división del trabajo, el uso generalizado de la electricidad, expansión de vías férreas, el motor de combustión interna y el teléfono, lo que generó la aceleración de la producción (líneas de producción), aumentó la competitividad de las grandes empresas en el mercado, pero elevó el desempleo debido a la sustitución de empleados por máquinas, lo que provocó una fuerte afectación de las condiciones de vida de las poblaciones que se habían trasladado a los núcleos urbanos sin ninguna planeación de por medio.
En una etapa más reciente vivimos el tercer cambio de paradigma con la inmersión de la Tercera Revolución Industrial o Industria 3.0 que trajo a escena a la informática como eje central y con ello la automatización, la aparición de las Tecnologías de lnformación y la Comunicación (TIC´s), una incipiente sustentabilidad, el diseño de nuevos métodos de organización de la producción y la creación de nuevas actividades económicas que fueron el origen de novedosos sectores, tradicionalmente separados como primario, secundario y terciario; así mismo, el proceso de Globalización, quizá la característica más importante de esta revolución, dicho esto porque la mayor parte de sus invenciones están estrechamente vinculadas a la capacidad de comunicación global.
Esta etapa se distingue por dos cuestiones, la primera, relacionada con su velocidad de avance y la segunda con el temor de las personas sobre las nuevas tecnologías; derivado de ello existen dos posturas con respecto al impacto que produce esta revolución en el trabajador: en primer lugar el miedo de la población por una posible pérdida de empleos, considerando a esta revolución como un peligro y en perjuicio de los trabajadores y segundo, que este proceso genera innovaciones que tienen como resultado menor dependencia de los trabajadores, pero también origina más puestos de trabajo debido a la flexibilización y actualización de la producción.
Actualmente, estamos inmersos en un nuevo paradigma llamado Cuarta Revolución Industrial o Industria 4.0, denominado así por Klaus Schwab fundador del Foro Económico Mundial, que contempla sistemas físicos de producción cibernéticos, caracterizada por avances tecnológicos emergentes en ámbitos como la robótica, la inteligencia artificial y los vehículos autónomos, entre muchos otros, pero que tienen un tinte de desarrollo vertiginoso, es decir los inventos y acontecimientos se van dando de forma tal que, el ser humano común y corriente de pronto ni siquiera percibe dichos procesos de cambio; sin embargo forma parte y hace uso de lo que se desprende de ellos. En lo que respecta a los trabajadores, los impactos que se pronostican con la irrupción de los robots y la IA son de
una reconfiguración del mercado laboral, pero con impacto en otras esferas de la sociedad como los sistemas de seguridad social, la cultura, la educación, La seguridad ciudadana, las infraestructuras, entre otras; mismo que ya está sucediendo y mantiene a los trabajadores y a la sociedad en suspenso y ocupados en el diseño de distintas acciones para hacer frente a dichos cambios.
No obstante el escenario que estamos viviendo, también estamos entrando a un nuevo paradigma tecnológico al que se le está llamando “Industria X”, que se distingue por la búsqueda de eficiencias de la Industria 4.0 más la inclusión de experiencias inteligentes conectadas, vitales y de aprendizaje, lo que coloca a los trabajadores en un estado de mayor incertidumbre, debido a que la tecnología corre cada vez más y más rápido, lo que hace necesario cambios sustanciales en todo el entorno de las sociedades.
Pretendo con esta entrega contextualizar el avance tecnológico, ligado al presente y futuro del trabajo, para en la siguiente comunicación plasmar las diferentes visiones que se plantean como opciones a todo esto.
Luis Escobar Ramos
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