Con Las Inteligencias Artificiales, La Necesaria Inteligencia Natural II
Por: Luis Escobar Ramos / www.muraleducativo.com
Continuando con el tema de las inteligencias artificiales, después de haber contextualizado al respecto y teniendo presente que encarna uno de los aspectos que están rigiendo y regirá la vida de todos nosotros, es ineludible el seguimiento, análisis, estudio y valoración, para realizar una prospectiva objetiva que nos permita hacer frente a los desafíos que esto significa e insertarnos en ella en los diferentes planos de la vida en que nos desenvolvemos, ello, ante el vertiginoso ritmo en que se da el avance tecnológico.
Un primer aspecto que debemos abordar es el relativo a los riesgos, que son muchos, pero que para efecto práctico trataré especificidades, como lo es la ciberseguridad, en donde como ejemplo sencillo podemos mencionar que hasta hace poco los cibercriminales robaban las identidades y con esos datos creaban cuentas falsas con el objetivo de realizar fraudes financieros, mientras que actualmente, ya con el uso de inteligencia artificial crean identidades falsas, de tal forma que así como se van utilizando las inteligencias artificiales, los delincuentes buscan actualizarse y sofisticarse para continuar perpetrando robos y delitos diversos.
Uno de los principales riesgos que ubico es el centralismo que se da en esta materia y lo digo, ya que estas tecnologías de inteligencia artificial son controladas hasta la fecha por cinco o seis grandes consorcios empresariales tecnológicos que ya mencionamos en la entrega anterior; constituyen un gran monopolio, pasando por encima de los ciudadanos; otras empresas del ramo y países; bajo este panorama necesariamente debo decir que con la finalidad de enfrentar estas prácticas monopólicas disruptivas debemos enfatizar en la importancia de implementar un marco regulatorio eficaz que permita un control del desarrollo y uso en la materia; lógico es; debo destacar que existe una corriente defensora de la tendencia norteamericana de liberalismo tecnológico que enfatiza que con la regulación de estas tecnologías se detendrá el avance; por lo que debemos ser cuidadosos de que tal regulación no trastoque ni estropee la creatividad y la innovación, que son los símbolos y pilares del nuevo paradigma que significa la Cuarta Revolución Industrial.
Otro riesgo y posible impacto latente y significativo de las inteligencias artificiales se encuentra en el mundo del trabajo, en donde dependiendo del grado de aprendizaje de las máquinas (Machine Learning), se dice que serán los impactos, traducidos éstos en desplazamiento de trabajadores provocados por el fenómeno de la automatización, sobre todo en actividades repetitivas; así mismo, en otra modalidad, la evolución de los puestos a un entorno de trabajo con robots colaborativos, conocidos como COBOTS.
Sin embargo, desde algún tiempo hemos entrado en la siguiente etapa de desarrollo e implementación de las inteligencias artificiales, siendo conocido como aprendizaje profundo (Deep Learning), en el que se pronostica que el impacto a los puestos de trabajo será mayor, debido a que dichas maquinas podrán realizar un gran número de actividades desarrolladas hasta la actualidad por trabajadores y profesionistas; debo mencionar que a pesar de los múltiples estudios realizados hasta el momento, es una realidad que nadie puede asegurar a ciencia cierta sobre la magnitud de las afectaciones, es decir, el número de empleos que podrían desaparecer y monto de aquellos que se crearían como consecuencia de la innovación y evolución tecnológica; de lo que sí estoy seguro es que sí se tienen identificados en buena medida puestos, actividades y sectores con muy alta probabilidad de resultar afectados y beneficiados.
Un comentario que siempre hago cuando de tecnología se habla es que por ningún motivo nos debemos subir al vehículo del apocalipsis, ya que no debemos pasar por alto que en este caso muy buena parte de lo que está sucediendo obedece a la pretensión del ser humano de lograr hacer las cosas con mayor eficacia, reducir el esfuerzo en las actividades, hacer más productivas a las empresas y a los países, facilitar en el mayor porcentaje posible la vida de los ciudadanos, proveer un buen nivel de vida y brindar niveles de seguridad adecuados y acordes con la realidad, es decir; después de más de setenta años las tres premisas de Isaac Asimov, en aquel momento para los robots, siguen estando vigentes y aplicables ahora para las inteligencias artificiales, ya que debe quedar claro que todo lo que el humano genere a través de las distintas tecnologías siempre, en todo momento y lugar tendrá como beneficiario a la raza humana y su seguridad, de no ser así, en términos teológicos, “EN EL PECADO LLEVAREMOS LA PENITENCIA”.
Por hoy sólo logramos llegar hasta aquí, no obstante, en el siguiente contacto que tengamos, abordaré los sucesos que se han dado en los últimos días en esta materia.
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