La investigadora de la BUAP señaló que los síntomas pueden confundirse con otros padecimientos o ser imperceptibles tanto para el menor como para los padres
En entrevista, señaló que, de acuerdo a las cifras de la Organización Panamericana de la Salud, en México se registran anualmente unos 6 mil nuevos casos de cáncer infantil, de los cuales el 65 por ciento se diagnostican en etapas avanzadas, lo que reduce la efectividad de los tratamientos y disminuye el rango de supervivencia en los menores.
Detalló que la Clínica de Prevención y Detección Oportuna del Cáncer de la BUAP, realiza al mes aproximadamente 250 consultas y exámenes para el diagnóstico de algún tipo de cáncer en población de diferentes edades.
Aurea Vera sentenció que el total de detecciones que se realizan en el Hospital Universitario, solo el uno por ciento corresponde a población infantil. Esto revela que hay un nivel muy bajo de detección oportuna en este sector.
Comentó que el cáncer infantil no se distingue, de ahí la importancia de tomar en cuenta síntomas como: crecimiento del abdomen, fiebres frecuentes y sin motivo, falta de energía, sueño y cansancio, moretones.
Así como; sangrados, dolores de cabeza, pérdida de equilibrio, luz blanca en un ojo, dolor de huesos y articulaciones, pérdida de peso y crecimiento de ganglios o bolitas en el cuerpo.
En el marco del Día Internacional del Cáncer Infantil se conoce que este mal causa la muerte de al menos 2 mil 300 menores al año en México, siendo los adolescentes los que ocupan los índices más altos de mortalidad.
Redacción / www.lcampus.mx