La sociedad debe reconocer la incapacidad, insensibilidad y gravedad del asunto.
Las marchas contra la violencia hacia las mujeres, como la del pasado 16 de agosto, evidencian la situación de indefensión en la que viven muchas mujeres en el país, consideró Arcelia Salomé López Cabello, docente de la UVM.
“Vivimos en un contexto donde salir de ciertos patrones resulta complejo, por ejemplo, es evidente la presencia de una crisis laboral ante la cual las mujeres se ven orilladas a trabajar doble o triple jornada”, agregó la especialista en temas de violencia y familia.
Agregó que el hiperconsumismo, es otro de los procesos donde de manera subrepticia se hace evidente la violencia contra la mujer, pues es su cuerpo el centro de recepción de múltiples mandatos sociales.
La docente de la UVM puntualizó que las cifras de violencia y asesinatos contra mujeres varían dependiendo del medio, la organización o la dependencia.
Destacó que aunado al número de mujeres asesinadas, destaca la incapacidad e insensibilidad de la sociedad por reconocer la gravedad del asunto.
Sentenció que “lo que sucedió el viernes 16 de agosto, fue sintomático, fue un ponernos las antenas y preguntarnos qué está pasando en la sociedad”.
La también escritora señaló que la violencia se aprende y se reproduce y las mujeres son educadas en la disciplina de la obediencia y al crecer, tienden a aceptar los mandatos sociales.
Finalmente, afirmo que esta situación se torna grave cuando el 50% de las mujeres ha aceptado que vivió violencia en su familia y cuyos patrones tienden a reproducir con sus parejas.
Redacción / www.lcampus.mx
