La educación mexicana pasa por nuevos retos en un contexto pospandémico y políticamente polarizado;
Por: A. Miguel / www.muraleducativo.com
Luego de destacar que la educación en el país esta en jaque, con la polémica desatada ante los libros de texto gratuitos de la SEP, la académica de la IBERO Puebla, Laura Bárcenas Pozos, señaló que los libros han sorprendido principalmente por su corta extensión y por los contenidos presentados en ellos.
En una entrevista difundida en medios de comunicación por la IBERO Puebla, la experta en educación, considero que los cambios en los libros de texto, ante las necesidades, después de la pandemia, no están bien formulados por la ausencia de conceptos básicos e importantes para la población.
“En todos los asuntos educativos, siempre hay una perspectiva ética moral, en unos más que en otros, y no se está abordando en la escuela suficientemente porque son terrenos complicados donde las familias ponen límites, sobre todo con los pequeños”.
Laura Bárcenas reconoció que existe un motivo que va más allá de la innovación en herramientas de aprendizaje, pues los conocimientos presentados son y serán parte de las nuevas generaciones; de ahí la importancia de cuidar el fondo y forma de las estrategias de educación
Recordó que la necesidad legítima que desató el uso de plataformas educativas como Google Classroom o Teams de Microsoft, también dio origen a la nueva edición de los libros de texto de la SEP.
Dijo que estos insumos didácticos son la respuesta a una necesidad ya antes identificada por la propia Secretaría: dar instrumentos de aprendizaje más variados y actuales al alumnado.
“La Secretaría ya tenía rato con la preocupación de que solo se usaban los libros de texto, que también ellos lo fomentaron mucho. Sí me parece que los nuevos libros de texto están mucho más acotados para promover que el profesor utilice otros recursos didácticos”. Sin embargo, la académica considera que este paquete de insumos es un logro a medias.
Finalmente, destacó que el contenido no es mera casualidad, ya que “todos los libros de texto, de todos los gobiernos que ha habido en nuestro país al menos en el último siglo, tienen siempre una postura política, y es la postura que el gobierno en turno quieren que tenga”.
