Organizan un par de concursos de dibujo y cómic donde decenas de chicos y chicas retrataron a su inventora favorita
Por: A. Miguel / www.muraleducativo.com
Concepción Mendizábal Mendoza abrió una escotilla en la historia de la educación mexicana. En 1930 se convirtió en la primera mujer en obtener el grado de ingeniera en nuestro país. Casi un siglo después de su irrupción en el mundo ingenieril de los hombres, el panorama avanza, aunque a paso forzado, hacia una paridad de género en las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con la base de datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), las mujeres ocuparon el 52% de la matrícula universitaria durante el ciclo escolar 2020-2021. Sin embargo, las STEM solo cuentan con tres mujeres por cada diez estudiantes. En Puebla, casi 18,000 alumnas ocuparon los laboratorios por poco más de 43,000 hombres.
La IBERO Puebla ha trabajado para contraer la brecha de género en su Departamento de Ciencias e Ingenierías. Una de las actividades estelares de los últimos años ha sido el Premio Ada Byron a la Mujer Tecnóloga, iniciativa nacida en la Universidad de Deusto cuya gala se ha celebrado en la Universidad Jesuita en dos ocasiones como una forma de visibilizar a las mujeres en la ciencia.
De aquella presea surgió el Concurso Vanguardia Tecnológica Ada Byron, una serie de retos dirigidos a alumnas de preparatoria interesadas en las ciencias; los premios consisten en apoyos financieros para estudiar una ingeniería. El más reciente esfuerzo ocurrió en el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia y puso a prueba las capacidades de niñas y niños de imaginar un mundo más equitativo.
Los concursos Dibuja a una científica o inventora y Cuéntanos sobre tu científica o inventora favorita impulsaron a los participantes de entre 5 y 18 años a plantear la posibilidad de que las mujeres pueden dedicarse a las disciplinas STEM. El resultado fue una colección de 75 trabajos donde las pequeñas se imaginaban a sí mismas con bata y tubos de ensayo; o bien, recordaban a próceres como Marie Curie.
La Dra. Belinka González Fernández, académica de la IBERO Puebla, explica que estos certámenes son acciones afirmativas que pretenden equilibrar la balanza desde edades tempranas. “Queríamos que investigaran y que las chavas vieran a gente que se parezca a ellas”, comenta sobre la importancia de desmitificar a las grandes científicas de la historia.
A diferencia del concurso para chicas de bachillerato, las convocatorias de dibujo y cómic se lanzaron a niños y niñas por igual. La intención del comité organizador fue desterrar la idea de que existen carreras exclusivas para hombres, un pensamiento recurrente en la mente de varones y mujeres.
Un talento reprimido es una pérdida para la persona y la sociedad
Desde los primeros años, las infancias se ven sujetas a una serie de mandatos basados en el género. Los niños pueden correr y ensuciarse; las niñas, no. Ellos juegan con cochecitos y armables; ellas, con muñecas y maquillaje de fantasía. Explica González Fernández: “Esas pequeñas cosas van teniendo impacto en las decisiones de la vida”. Un talento reprimido es una pérdida para la persona, pero también para la sociedad.
Durante el periodo escolar de otoño 2021, el 55% de la matrícula de la IBERO Puebla lo integraba población femenina. Sin embargo, el porcentaje se desplomaba hasta el 31% en Ciencias e Ingenierías. Mientras que licenciaturas como Biotecnología, Biomédica y Química son más paritarias, la presencia de alumnas es mínima en carreras como Automotriz, Mecatrónica y Sistemas Computacionales.
Belinka González lo adjudica a que, incluso dentro de las ingenierías, existen disciplinas asociadas al cuidado que son más permisibles para las mujeres, mientras que los espacios que requieren de mayor desgaste físico son tradicionalmente reservados para los hombres.
La dirección de Ciencias e Ingenierías reconoce la necesidad de incidir en todos los frentes. Actividades como las tertulias Baños de ciencia buscan acercar las STEM a distintos públicos. La catedrática de Física, quien ha incursionado en la literatura infantil sobre mujeres y ciencia, aspira a construir un ambiente académico y profesional donde las ingenieras se sientan bienvenidas. “No se trata solo de atraerlas, sino de empoderarlas”, concluye.
Las chicas y los chicos ganadores entregaron dibujos con diversas inspiraciones. Mientras que una joven de bachillerato se inspiró en la serie Project Mc2 —sobre cuatro amigas que salvan al mundo a través de la ciencia—, un pequeño de primaria retrató a una científica trabajando con plantas carnívoras. Todos los trabajos serán expuestos en el IDIT de la IBERO Puebla el próximo 30 de abril.