A medida que México celebra los 500 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, la devoción y la conexión con esta figura religiosa continúan siendo un pilar fundamental en la identidad y espiritualidad del pueblo mexicano
Por: A. Miguel / www.muraleducativo.com
De manera importante se pueden observar las celebraciones que ya han comenzado en el centro de Puebla y la presencia notoria de peregrinaciones en todo México. A nivel nacional, las carreteras se llenan de personas que caminan, van en bicicleta, corren en relevos y participan de diversas formas en esta tradición tan arraigada.
Gerardo Valle Flores, coordinador del Centro de Estudios Guadalupanos de la UPAEP, nos lleva de vuelta a 1531, año en que la Virgen de Guadalupe se manifestó en un contexto caótico, con tensiones entre grupos prehispánicos y la llegada de los españoles.
Destaca que, tras las apariciones, se logró una aceptación entre las diferentes etnias, generando un mestizaje que contribuyó a la unificación y desarrollo en función del cristianismo traído por la Virgen.
El coordinador del Centro de Estudios Guadalupanos destaca la devoción actual a la Virgen de Guadalupe, expresada a través de diversas manifestaciones, como las peregrinaciones. Resalta cómo estas travesías son un ejemplo de fraternidad, donde las personas se ayudan mutuamente, evidenciando una conexión profunda y un sentido de hermandad.
Valle Flores menciona la celebración actual, donde se realizan docenarios o dosavarios, períodos de 12 días de preparación, oración y celebraciones. Además, destaca la iniciativa del Centro de Estudios Guadalupanos de la UPAEP de lanzar una serie de cinco libros sobre la historia del acontecimiento guadalupano, siendo el tercero esperado para diciembre de este año.
A medida que México celebra los 500 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, la devoción y la conexión con esta figura religiosa continúan siendo un pilar fundamental en la identidad y espiritualidad del pueblo mexicano.
Antonio Bravo Méndez, colaborador del Centro de Estudios Guadalupanos de la UPAEP, resalta la importancia de las investigaciones llevadas a cabo, algunas de las cuales se reflejan en los primeros tres volúmenes sobre la historia del acontecimiento guadalupano.
Uno de los temas abordados es la iconografía, donde se explora el significado y el trasfondo de cada símbolo presente en la imagen de la Virgen. Señala que, a pesar de que se podría pensar que todo está resuelto, aún persisten investigaciones en torno a la interpretación de la imagen.
También destaca un aspecto interesante: la comparación de la Virgen de Guadalupe con otras advocaciones marianas. Explora la singularidad de la Virgen de Guadalupe al aparecer en distintos momentos y lugares de la historia, siempre transmitiendo un mensaje salvífico y presentando a su divino Hijo.
El tema del náhuatl también es abordado, destacando cómo la Virgen habla de no querer ser la protagonista, sino de construir una casita para presentar a su hijo. Este enfoque maternal es un hilo conductor que se mantiene presente a lo largo de la historia guadalupana.
Antonio Bravo compartió anécdotas recientes, como la observación de peregrinos en camionetas, corriendo con antorchas, e incluso niños participando activamente. Subraya la importancia de la fe y la devoción, destacando el testimonio de una persona del público sobre la fortaleza de la fe y la necesidad de acercarse a la religión.
Hace un llamado a la precaución en las carreteras, dado el creciente número de peregrinos. Describe escenas de peregrinaciones hacia varios santuarios en Puebla y destaca la importancia de cuidar la salud de los participantes, especialmente de las personas mayores.
Gerardo Valle, invitó a los medios de comunicación a sumergirse en la riqueza cultural de esta festividad. Destaca la creatividad presente en las expresiones culturales, especialmente en el medio rural, donde la combinación de tradiciones antiguas con elementos modernos da lugar a celebraciones únicas.
Observando las peregrinaciones, Valle Flores menciona la presencia de motocicletas decoradas, motociclistas, personas a pie y en camionetas. Esta diversidad de participantes refleja la adaptabilidad de la tradición guadalupana a diferentes formas de expresión, manteniendo la esencia de las celebraciones religiosas.
Mientras que Antonio Bravo, colaborador del Centro de Estudios Guadalupanos, destaca la disposición del Centro para compartir su conocimiento de manera gratuita. Ofrece información de contacto para aquellos interesados en comunicarse con el Centro de Estudios Guadalupanos, invitando a la audiencia a hacer uso de este recurso, al 222 229 9400, y contactar con el Centro de Estudios Guadalupanos de la UPAEP.