La IBERO Puebla cuenta con el Programa Intercultural de Vida Universitaria Pedro Arrupe
Por: Paola Marín / www.muraleducativo.com
Elisa de la Joya Laja tuvo dificultades para adaptarse a la vida universitaria cuando ingresó a la Licenciatura en Diseño Textil en la IBERO Puebla. La lengua fue su principal barrera: hablante de otomí, tuvo que reforzar rápidamente sus competencias en español.
Años después, ya como egresada, valora haber afrontado el choque cultural desde el orgullo por sus raíces.
En México y en toda América Latina ser un universitario indígena es una proeza revolucionaria. Se trata de un derecho conquistado por generaciones previas y al cual solo unos pocos tienen acceso pleno.
El organismo permitió constituir al país sudamericano como un Estado pluriétnico y multicultural a través de tres ejes: el reconocimiento de territorios autónomos, el respeto a la diferencia cultural y la participación en la toma de decisiones.
Desde su perspectiva, la interculturalidad en los programas académicos debe nacer del encuentro directo con los pueblos. A los estudiantes les corresponde actuar de intermediarios.
Como alumno de la Universidad del Valle en Cali, Gabriel Cuatín contribuyó a llevar a las aulas y espacios comunes no solo asuntos de interés comunitario, sino también rituales de convivencia propios de su comunidad.
En países como Bolivia, Chile, Ecuador y Colombia las insurgencias indígenas han sido protagonistas en la lucha por una vida digna para todas las personas.
La misión de los estudiantes indígenas, opinó el originario de Muellamues, es construir espacios de encuentro en los que podamos discutir formas de incidir en la vida universitaria y comunitaria.
Cabe destacar que la IBERO Puebla cuenta con el Programa Intercultural de Vida Universitaria Pedro Arrupe, una oferta de educación integral dirigida a jóvenes de comunidades rurales, indígenas y campesinas.