La nueva forma de trabajar representa un reto para la seguridad de la información
Por: Elías Morales / www.muraleducativo.com
Debido al confinamiento por el COVID-19, se creó una nueva normalidad para que las empresas siguieran trabajando y es a través del teletrabajo, usando tecnologías que les permiten nuevas formas de supervisión de productividad en sus trabajadores.
Los especialistas de Ácumen Telecomunicaciones plantean que la manera más sencilla en que las empresas pueden proteger el intercambio de su información es mediante VPNs, redes privadas virtuales que permiten a los empleados tener una extensión de la red de la oficina en casa mediante internet.
Los beneficios que ofrece son que la información se transfiere encriptada o cifrada; el mismo nivel de seguridad disponible en la oficina, mediante esta tecnología se puede trasladar a casa y permite que las personas puedan trabajar en las mismas condiciones en cualquier punto del mundo, manteniendo la ciberseguridad.
Para aumentar el nivel de resguardo de la información y la protección de los equipos, las VPNs pueden configurarse para controlar el acceso a dispositivos, aplicaciones y sitios web, de acuerdo a las políticas de cada compañía.
Evita que miembros de la familia que accedan a la misma red y vulneren información delicada o confidencial de la empresa, sin querer. Con ello se permite que el trabajador pueda operar tal y como lo hace en la empresa físicamente, desde el lugar donde conecte.
Siendo posible tener un control de horarios de trabajo aún sin estar en las oficinas. Identificar horas de tiempo productivo de acuerdo con actividades realizadas en la computadora.
Restringir páginas en torno a las políticas de la empresa, como evitar el acceso a redes sociales o limitar navegaciones que reduzcan la productividad.
Ácumen Telecomunicaciones ofrece asesorías para optimizar el teletrabajo, disminuir riesgos de ciberseguridad en esta modalidad e integrar tecnologías de la información.
