¿podrían las nuevas tecnologías, ocupar el lugar de los profesores y educar a nuestros niños?
Por: Hugo Romero, Director General de E-Tech Evolving Education
La especulación acerca de que estamos próximos a ser reemplazados por la inteligencia artificial en la mayoría de las profesiones, dejando a los humanos sin sus puestos de trabajo, ha gobernado las discusiones y debates más recientes.
Pero en el ámbito educativo, ¿podrían las nuevas tecnologías, ocupar el lugar de los profesores y educar a nuestros niños?
Estas tecnologías protagonizan desde hace años una auténtica revolución en la educación, en lo que se ha definido como la cuarta revolución industrial, donde la forma de trabajar en la escuela y en los roles del profesor y del alumno están transformando muchos aspectos de los centros educativos.
El científico informático Eric Cooke asegura que, en los próximos 15 años, las máquinas inteligentes reemplazarán en gran medida a los maestros humanos, por eficiencia, capacidad y efectividad, mientras que Anthony Sheldon, un educador e historiador británico, pronosticaba que para 2027, las máquinas inteligentes ya habrían reemplazado a maestros y docentes.
Sin embargo, aunque es una realidad que la inteligencia artificial ha llegado ya a revolucionar la educación, este escenario de ciencia ficción no es factible aún, al menos, en un corto plazo. No podemos perder de vista que, siendo una fuente de recursos ingente que facilitan el acceso a la información y globalizan la comunicación y el aprendizaje, no dejan de ser herramientas que no podrán sustituir a un profesor.
Si bien es cierto que en las aulas ya no podemos avanzar sin el uso de las tecnologías digitales, es necesario que encontremos un equilibrio entren éstas y la colaboración del profesorado y los estudiantes. La educación y el aprendizaje son una relación social, en un medio digital o presencial, que se celebra entre sujetos y que, al menos hasta hoy, no existe aplicación que sea capaz de reemplazarlos.
Profesores deben desarrollar habilidades de tipo emocional
De este modo, el profesorado deberá desarrollar habilidades de tipo emocional para que sean definitivamente su principal valor. Emociones y sensibilidad por encima del conocimiento técnico.
“Claro que habrá aspectos que un software o un robot puedan hacerlo mejor que una persona. Pero habrá otros, los de tipo emocional, en los que definitivamente un humano no podrá ser reemplazado”, comenta Hugo Romero, Director de E-Tech Evolving Education, un evento dedicado al sector Edtech que se realiza del 26 al 28 de septiembre en la ciudad de Puebla. “La educación requiere de pausa, sosiego y reflexión. Por ello, incluso aún, cuando una máquina pueda replicar el valor de un profesor, no olvidemos que hay cosas en la vida que no debieran acelerarse más allá de un determinado punto”.
Marc Vidal, un divulgador económico, inversor tecnológico, consultor en transformación y estrategia digital, prevé que la educación ya sólo será personalizada. Pronto, la imagen cerebral revolucionará el sistema de aprendizaje, el uso de imágenes cerebrales nos permitirá afinar la educación al probar qué métodos de enseñanza funcionan mejor con cada alumno y así daremos paso a una personalización del estudio. Con ella, los estudiantes pasarán mucho tiempo involucrando a los profesores individualmente, y se ejecutará como tutorías individuales.
Al fin y al cabo, las innovaciones tecnológicas van a ir cambiando a la sociedad, por lo que la educación debe incluir estas nuevas herramientas y preparar a los estudiantes para que sean capaces de usarlas correctamente y puedan extraer todo su potencial. Excluir estas tecnologías de la práctica educativa no hace más que encapsular las actividades escolares en un contexto totalmente artificial y anacrónico del que está el estudiante acostumbrado a interactuar en su entorno más cercano, donde las tecnologías se utilizan en forma cotidiana.