La joven colabora en un albergue para personas que no tienen hogar, quienes están expuestos al virus y no cuentan con atención médica
Por: Redacción / www.muraleducativa.com
La pandemia por COVID-19, que ha afectado a millones de personas en el mundo, ha permitido sacar lo mejor de uno mismo y sumarse a redes de apoyo en favor de los más necesitados.
Una muestra es la labor de Gabriela Itzel Aldama Castillo, egresada de la Licenciatura en Medicina de la BUAP, quien colabora en la Berliner Stadtmission, una asociación independiente en Berlín, Alemania, la cual tiene un programa de apoyo a indigentes con COVID-19.
La joven de 27 años, quien durante seis meses estuvo como voluntaria en ese albergue al cual llegó en mayo del 2020, hoy ha sido contratada y continúa con esta labor de atender a personas que no tienen un hogar, viven en las calles y sin atención médica.
Explicó que la estación en la que se encuentra es de tipo hogar, cuentan con un equipo médico y social que se encarga de cubrir las necesidades de las personas que llegan.
Dijo que una parte importante del trabajo que allí se realiza consiste en asegurar que la gente que llega tenga un lugar donde vivir durante los días que necesita estar en cuarentena, con todo lo necesario, como comida y atención médica.
Es una satisfacción ayudar a quien más lo necesita: Alumna de la BUAP
Señaló que gran parte de las y los pacientes que atienden son asintomáticos, por lo que les hacen un estudio de PCR para confirmar su estado y luego dirigirlos a su estación, en donde cuentan con el equipo de protección necesaria para atenderlos.
Resaltó, “También hemos tenido algunos casos de personas sintomáticas, a quienes valoramos para determinar si requieren de manejo hospitalario o si se les brinda una atención ambulatoria”.
Desgraciadamente es una población que está afectada por muchas otras enfermedades, algunas de las cuales no tienen conocimiento”.
Explicó que les brindan a sus huéspedes la oportunidad de recibir consejería, “a muchas de las personas no sólo les falta una casa para vivir, sino que a veces necesitan compañía, comprensión, alguien que los escuche”.
La joven expresó que a nivel personal una de las mayores satisfacciones que ha tenido es formar parte de esta red solidaria: “Nunca había conocido un lugar en el que se respirara tanto cariño…, todos nos ayudamos, es un ambiente de apoyo y de amor”.
Finalmente, señaló “Me siento muy afortunada, esta experiencia me ha permitido tener un panorama mucho más amplio de la labor que puede hacer un médico, que va más allá de un hospital”.
