La universidad exhortó a su comunidad a reforzar el autocuidado ante el riesgo de propagación del virus
Por: Ismael Rojas Cuellar / www.muraleducativo.com
Tras la confirmación del primer caso en México de influenza A (H3N2) subclado K, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) activó un protocolo preventivo y emitió una serie de recomendaciones dirigidas a su comunidad para contener la posible propagación del virus en espacios universitarios.
Mediante un comunicado, la Comisión Institucional para la Prevención y Seguimiento de Enfermedades Infectocontagiosas de la BUAP informó que la Secretaría de Salud notificó este contagio el pasado 12 de diciembre, lo que encendió las alertas sanitarias a nivel nacional.
La institución académica subrayó que, en otros países, esta variante de la influenza estacional ha provocado un incremento en hospitalizaciones y defunciones, principalmente entre menores de edad, adultos mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas, por lo que consideró indispensable reforzar las medidas de prevención.
En ese sentido, las autoridades universitarias llamaron a estudiantes, docentes y personal administrativo a implementar acciones de autocuidado que permitan reducir el riesgo de transmisión del virus dentro de las instalaciones.
Entre las recomendaciones destaca la aplicación estricta del Decálogo institucional en materia de salud, así como acudir a vacunarse contra la influenza quienes aún no lo han hecho durante la presente temporada, en especial los grupos considerados de mayor riesgo.
Asimismo, se enfatizó la importancia de mantener una adecuada higiene de manos, utilizar gel antibacterial de manera frecuente y portar cubrebocas de forma correcta en caso de presentar síntomas respiratorios.
La BUAP precisó que el uso del cubrebocas es obligatorio en las Clínicas de Medicina Familiar, la Clínica Integral del Adulto Mayor (CIAM) y en todas las áreas del Hospital Universitario de Puebla, además de que el uso de gel antibacterial será obligatorio en los accesos a estas unidades de atención médica.
Con estas acciones, la universidad busca salvaguardar la salud de su comunidad y prevenir brotes al interior de sus espacios académicos y clínicos.
