Tumba Burros Digital
Por: Luis Escobar Ramos / www.muraleducativo.com
Continuando con este tema, considero necesario abordar la dimensión y composición de la brecha digital, en sus distintas vertientes en el país; misma que, también con datos del INEGI nos revela que 18.8% de mexicanos mayores de 6 años; o sea, 22.5 millones de personas aún no son usuarios de Internet; lo que trae como consecuencias desigualdades económicas, sociales, culturales, de educación y de acceso a la información.
Debo decir que, está sobre diagnosticado cuales son las zonas o Estados del país en los que geográficamente recae el mayor abandono tecnológico, de conectividad y cobertura; sin embargo, es una realidad que muy poco se ha avanzado en resolver el asunto y esto obedece en gran medida a que si bien es cierto se han dado esfuerzos a través de dos o tres programas (Internet del Bienestar; CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos y la Red Pública Compartida de los 700 MHz, que opera la empresa Altán Redes); también lo es que, no se ha diseñado una política pública que tenga un carácter holístico y que de manera ordenada genere una directriz a la cual todas las entidades se apeguen; por lo que, para ello, se deben considerar planes rectores diseñados y operados por especialistas en la materia.
Hoy, la oportunidad de acortar esa brecha entre el norte, centro y el sur-sureste del país, considero que es única y esto es, derivado de que después de muchas décadas se ha reconocido y puesto los ojos en el sur-sureste a través de proyectos de gran envergadura, que por su propia naturaleza harán necesaria gran infraestructura tecnológica, pero que a la par y con gran énfasis, debe dársele a la población las herramientas que posibiliten su inclusión en esos proyectos y en la sociedad de la información y el conocimiento.
De tal forma que, nacer o vivir en el sur-sureste del país o en localidades rurales; tener más de 50 años; ser parte de un estrato social bajo o tener baja escolaridad no sea la sentencia para vivir marginado digitalmente hablando; no podemos ni debemos dejar de lado que, desde hace varios siglos, pero sobre todo desde el pasado, el sur- sureste de nuestro país ha sido proveedor de los mayores porcentajes de energía eléctrica, recursos naturales como petróleo, minerales, maderas, entre otros, que son insumos para su utilización en el interior y exterior de la nación; por lo que, el impulso a la zona podría terminar con ese falso dicho de que “En el norte se trabaja, el Centro administra y el Sur descansa”.
Otros aspectos que es ineludible abordar dentro de la brecha digital y que deberán ser parte de la política a implementar son los temas de género; ya que, prevalece en todos los Estados del país una idea arraigada y errónea sobre lo que puede y no hacer el género femenino; ello representa barreras, que muchas veces no son contempladas; es decir, que el acceso de las mujeres en las diferentes actividades de la sociedad mexicana aún es coartado y en términos digitales no es la excepción.
Otro aspecto a considerar y resolver es el etario (edad), que también forma parte integrante de la brecha digital en nuestro país; ya que, la propia clasificación tecnológica de los individuos en las sociedades (nativos digitales, inmigrantes y analfabetas digitales) impulsada por Marc Prensky en el año 2001 y por organismos internacionales, es por supuesto, insultante, por la última enunciación, que evidencia condenar a las personas de mayor edad a vivir fuera del nuevo entorno tecnológico- digital actual.
Debo decir que, el diseño, desarrollo e implementación de nuevas tecnologías que proveen acceso al conocimiento e información deben considerar y no eliminar o discriminar por cuestiones culturales; ya que, así ha venido sucediendo; lo que da como resultado la exclusión de grupos sociales o etnias enteras que poseen otro tipo de organización social y no tienen como lengua principal el castellano.
Así también; otro tema que deberá ser considerado y trabajado dentro de la política pública digital, es el relacionado con el desarrollo de competencias digitales, que en el entorno actual es prioritario para el adecuado manejo de las tecnologías y la inserción en muchos empleos.
Especial énfasis deberá ponerse a los aspectos de asequibilidad (al alcance de los usuarios promedio); debido a que, no sólo basta tener las habilidades para manejar la tecnología; sino que se pueda adquirir; lo que podría lograrse a través de acuerdos gobierno-proveedores de tecnología-empresas.
Igualmente, importante para abatir la brecha digital será la aplicación de un esquema de uso justo de las redes (Fair Share); en el que tanto empresas de telecomunicaciones, proveedores de servicios de Internet y las llamadas Big Tech, aporten en la construcción, ampliación y mantenimiento de las infraestructuras convergentes; así como en el impulso e implementación de nuevos y mejores servicios.
Finalmente; mucho se ha hablado de rediseñar y establecer nuevos precios a las concesiones de espectro radioeléctrico; lo que desde mi personal punto de vista sería factible si se diseña un esquema que contemple esa disminución, pero venga acompañado de obligaciones de inversión por parte de los concesionarios; dicho de otra forma, un modelo compensatorio que fomente el incremento de la cobertura y la inclusión digital.
YA EN EL CORREDOR:
Abierto es el apoyo de los magnates de las tecnologías a la campaña de Donald Trump; ya que uno de sus símbolos, como lo es Elon Musk anunció recientemente que donará mensualmente 45 millones de dólares a un súper comité de acción política pro-Trump llamado América PAC, según The Wall Street Journal.
Luis Escobar Ramos
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